MEDIO AMBIENTE E INCLUSIÓN

CULTURA Y CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE

Cabañas del Bosque es un complejo construido desde sus cimientos y atendido ciento por ciento por sus dueños, una familia AHORA de 4 integrantes.

 

Las cabañas son unidades independientes, no comparten paredes entre sí, y desde el momento de su construcción pedimos un permiso especial para modificar levemente el área de implantación y así no tocar las especies autóctonas que hay en el terreno.

 

Nos enteramos, gracias a una vecina amorosa y muy mayor que vivió hasta su fallecimiento en el terreno aledaño, que este terreno fue muy bien cuidado por su primer propietario, que lo estaba preparando para sus hijos, y entonces plantó a conciencia todas especies autóctonas: cipreses, radales e incluidos maitenes en la línea de ingreso del terreno, tradición que según la cultura mapuche, protege el hogar.

 

Ese detalle nos pareció relevante, no solo como dato interesante del terreno y su hábitat, sino como buen presagio para nuestra propia familia – en esos años los hijos eran aún un proyecto – y nuestro negocio.

 

Mantuvimos ese respeto a quién hace más de 40-50 años diseñó la plantación en el terreno – que por suerte si bien cambió de manos, nunca fue invadido con construcciones hasta nuestra llegada, ESO NOS MOTIVÓ A HABLAR CON LAS AUTORIDADES CORRESPONDIENTES para proponer un replanteo del área de implantación por norma, y hacer unidades independientes, que permitieran respetaran la disposición de cipreses, radales, maitenes e incluso un arrayán que descubrimos crecía lentamente. Si cumplíamos el AIM por norma, debíamos tirar casi la mitad de los árboles para construir las cabañas y nuestra casa todo amontonado, en el centro del terreno. Nos lo aprobaron con gusto y con causa, vinieron a inspeccionar y pudimos diseñar un proyecto cuidando las especies.

 

Desmalezamos nosotros mismos, con nuestras propias manos, para no dañar especies.

 

Acompañados por esta anciana mujer que nos iba enseñando el valor de cada árbol que luchaba por su fracción de tierra, agua y sol. Fue un período hermoso, de trabajo con nuestras manos, tocando la tierra, de soñar, aprender y convivir con gente maravillosa. Luego fue ella la que diseñó las primeras cortinas de las cabañas, en un viejo telar mapuche. Al ser cortinas de lana y hechas con retazos eran todas diferentes, no había una igual a la otra, y le daban un tono artesanal mágico a las cabañas.

 

Sin duda quedó plasmado en el lugar esa vecindad tan amorosa que pudimos construir juntos, y ella nos miraba desde su ventana, con tanto amor… incluso cuando nuestro primer bebe se nos escapaba gateando y lo perdíamos entre los altos pastos. Con el tiempo, claro, la lana se decoloró y empezó a deformarse y tuvimos que cambiarlas, pero ahora – por nostalgia y cariño a ese esfuerzo – esas cortinas se transformaron en mantas para hogares vulnerables. Siguen su camino. Fueron hechas con mucho amor y esmero.

 

Todo eso nos marcó, porque los más profundos aprendizajes sobreviven de lo sutil, de lo más pequeño, de esos momentos donde involucramos todo nuestro ser (alma, cuerpo y mente) en un propósito, por mas insignificante que sea. HOY somos una familia que aprendió a reciclar, a cuidar el entorno, separar residuos, cuidamos que el consumo contenga poco envase, hemos organizado caminatas barriales para limpiar playas, incluso nos hemos involucrado en muchas actividades sociales por cuidado del medio ambiente y reciclado. Si bien ahora el barrio tiene un tacho especial para residuos reciclables muy bien administrado por la Junta Vecinal y la ARB (recicladores), durante años con varios vecinos, nos ocupábamos de concentrar material para reciclar y llevarlo personalmente a los recicladores (ARB) ya que no llegaban a esta zona.

 

Construimos con cuidado, limpiando siempre el terreno y también descubrimos como a través de los años algunos vecinos a escondidas habían enterrado basura en diversos rincones del terreno, así que también removimos metros y metros de tierra – a paladas, sin máquinas para no dañar – y desenterramos mucha basura acumulada a través de los años, encontramos cantidad de elementos que datan de los ´70 y ´80… pilas en estado de descomposición lamentable, incluso varios grupos de huesos de mascotas… una evidencia de los años que algunas personas han encontrado en este terreno repleto de árboles, un escondite de irresponsabilidad. Pero lo limpiamos todo.

TURISMO RESPONSABLE

Cuando al fin estuvimos listos para recibir turistas, el respeto a la naturaleza que aprehendimos, se trasladó en intenciones de contagiar responsabilidad, hacia el turista.

 

Al recibirlos les explicamos la importancia del bosque en el mundo y para la vida, el cuidado mínimo que debemos tener, y cuáles son las especies autóctonas en nuestra zona, les enseñamos cómo cuidarlas, incluso los invitamos a separar los residuos con criterio natural durante su estadía, tenemos un compost y tratamos de que aprendan qué puede volver a la tierra y qué no. Porque no es solo separar en residuos húmedos y secos como a veces se hace en las grandes ciudades, que devolverle a la tierra parte de nuestros desechos.

 

Invitamos a los turistas a esas recorridas por playas levantando residuos, y si no vienen a las recorridas, les explicamos como recorrer bosques y playas SIN ensuciar. Son muchas cosas que se pueden intentar con el turista predispuesto. Incluso más con los niños. Sin invadir por supuesto…

 

Y podemos contar una de las tantas experiencias vividas:

 

Una vez recibir una familia con un niño algo complicado, que agarró un hacha pequeña y se puso a lastimar un enorme ciprés. Con permiso de sus padres, acompañamos al niño en todo el proceso de “curar” la corteza del árbol, él mismo elaboró el BARRO de cura y se lo colocaba al árbol cada día. Le explicamos por qué los árboles son importantes y porqué las especies autóctonas lo son aún mas. Al final de la estadía fue muy fuerte ver que el niño de solo 9-10 años, al despedirse de nosotros, corrió y abrazó el árbol. Los padres que nos habían mirado con un poco con recelo por sentir que aleccionábamos al chico, terminaron agradeciendo con lágrimas.

 

Son todas experiencias profundas, sutiles en la mayoría de los casos, difíciles de dar testimonio porque son tan simples como reales, implican cercanía y trato diario, con empatía, eso que resulta de una buena relación, nunca forzada. No hay una receta para hacerlo, solo la intención. y tal vez sea una forma de valorar el esmero de aquella mujer tan hermosa que nos dedicó tanto tiempo, con cosas simples, codo a codo y pisando tierra.

 

Pero así es como atendemos a nuestros pasajeros, de manera personal, cercana, privilegiando el diálogo y acercando, cuando el turista es permeable claro, información y experiencias que se pueden volver cotidianas en el sentido de CUIDAR, cuidarnos y respetar.

 

Desde ya que en las cabañas hay indicaciones prácticas, como donde dejar botellas y cartones, o la indicación para separar de manera clásica los residuos, no derrochar agua potable, pero siempre que se puede, avanzamos un poco más.

 

PORQUE LA RESPONSABILIDAD ES ALGO SIEMPRE DE IDA Y DE VUELTA.

CUIDADO DE LAS PERSONAS, INCLUSIÓN, DISCAPACIDAD, ADULTOS MAYORES

Si bien no tenemos exactamente la certificación para personas con movilidad reducida, nuestras cabañas están diseñadas para que las personas con dificultades motoras, o incluso con silla de rueda, puedan estar cómodas y acceder fácilmente.

 

Son cabañas independientes, el auto queda delante de la cabaña y el ingreso tiene un sendero de cemento que permite firmeza en medio de un terreno natural patagónico (tierra, piedritas, a veces barro, hielo o nieve) tenemos una rampa de madera diseñada para que una persona en silla de ruedas pueda subir sin ayuda, ya que las cabañas tienen un único escalón de ingreso (el típico escalón que previene la nevada regular).

 

Adentro no hay desniveles, las puertas son de tamaño estándar, los ambientes son familiares, cómodos, y el baño adrede permite el ingreso de una silla o persona con bastón trípode, y NO tiene bañadera para que sea simple y seguro el acceso a la ducha – tenemos sillas de plástico plegables para cuando es necesaria colocar en la ducha.

 

Contamos con mucho turismo de familias cuyo algún integrante tiene problemas de motricidad. Y también vale mencionar, que muchas familias con personas con alguna discapacidad, nos escogen, porque gracias a la disposición alejada de las cabañas, cuentan con mucha privacidad y comprendemos que eso es importante para la relajación de toda la familia.

 

También, debido a la seguridad del terreno totalmente cercado, con una tranquera de ingreso que está siempre cerrada (los pasajeros tienen llave) y nuestra presencia las 24hs, el lugar contempla la seguridad y tranquilidad que buscan muchas veces mujeres que viajan solas, familias con personas con determinados aspectos de salud, y por supuesto con niños pequeños o parejas de jubilados.

EL INGREDIENTE SECRETO

«Nos importa»

Así de simple, nos importa…

 

Somos los dueños, vivimos en el lugar, y consideramos nuestra tarea de atención algo ARTESANAL, hecho con amor, empatía, compromiso y buscando un resultado positivo. Vivir gracias a un trabajo que cumple con todas esas bases es altamente gratificante. Y así como nos hace tan bien a nosotros que nos traten con cuidado y amabilidad, que nos presten atención, que el diálogo sea algo de ida y vuelta, así como nos gusta tanto todo eso, reconocemos que es importante DARLO.

En la vida, en el bosque, en la naturaleza, suponemos que también en el Universo, todo lo que va … viene, no por leyes místicas, sino por simple y natural convivencia.

Estamos UNIDOS, por eso cuidar es cuidarnos, por eso regalar una sonrisa es sonreír también para nuestro corazón.

 

GRACIAS POR COMPARTIR CON NOSOTROS ESTA BELLEZA.